suena la lavadora, que gira...
el gato negro mira al infinito tumbado tranquilamente en el sofá, tiene el pareo lila que compré ayer en la playa...
durante todo el día tengo la ansiosa sensación de que todo gira demasiado despacio para mi...
no consigo relajarme, se que hasta que no acabe de dibujar el dragón no lo haré, es lo unico que me calma de verdad... dibujar... y ahí puede suceder el tiempo como quiera...
libre, salvaje, y libre...
necesito más información, más noticias tuyas...
el gris del cielo de horta...
se desvaneció aquella noche...
todo parece discurrir con cierto sentido efímero débil...
ajeno inhóspito... la cara de la reina de dragones latiguea mi libido...
estar en la cresta de la ola... esa es la sensación, a punto de saltar... pero no veo el fondo...
melodías de ayer de relax, de cigarro y café...
mirar a las paredes blancas, desde aquel día... tan lejano ya...
odio mirar al pasado, pero a veces vuelvo sin remedio...
y no hay dolor ni rábia suficiente para gritar toda la impotencia estancada que recuece mis nervios en flor... y en este punto sin más sólo queda que?
me pregunto...
escribir, seguir escuchando música, desde mi altar, hacer lo que se tenga que hacer....
esperar de nuevo...
una nota que denota un poco de rima...
de algo que sea sustancial... más allá de las palabras de nube...
blanca bañada en líquido nauseabundo de los desprecios de ayer...
de ver como la sal se cae de los dedos...
esta época quizás es de mala suerte, en esta punta del iceberg...
no veo más que rasguños sin sangre...
te empecinas en algo que no tiene don...
lo puedes crear dicen...
este es el estado idóneo de las cosas...
el de proyectar...
se la quedará la que más la quiera...
la que eleve la bandera hasta lo más alto, en esta lucha en la que he caído tras la tormenta, sin beberlo ni comer... más de lo necesario...
iré en busca de papel blanco...
de rotuladores negros...
de encuentros...
y está tan cerca que rebienta la ingravidez del insulto a la naturaleza del cuerpo...
los cigarros desaparecen...
no se puede ser feliz en este mundo...
no como se sueña?
y qué tan difícil es dejarse llevar?
surcando desfiles de sutilezas y encantos para revolver el día...
y crearlo de nuevo... puede estallar en las manos...
y brindar a la oscuridad...
que puede ser salvaje, insultantemente....
el gato negro mira al infinito tumbado tranquilamente en el sofá, tiene el pareo lila que compré ayer en la playa...
durante todo el día tengo la ansiosa sensación de que todo gira demasiado despacio para mi...
no consigo relajarme, se que hasta que no acabe de dibujar el dragón no lo haré, es lo unico que me calma de verdad... dibujar... y ahí puede suceder el tiempo como quiera...
libre, salvaje, y libre...
necesito más información, más noticias tuyas...
el gris del cielo de horta...
se desvaneció aquella noche...
todo parece discurrir con cierto sentido efímero débil...
ajeno inhóspito... la cara de la reina de dragones latiguea mi libido...
estar en la cresta de la ola... esa es la sensación, a punto de saltar... pero no veo el fondo...
melodías de ayer de relax, de cigarro y café...
mirar a las paredes blancas, desde aquel día... tan lejano ya...
odio mirar al pasado, pero a veces vuelvo sin remedio...
y no hay dolor ni rábia suficiente para gritar toda la impotencia estancada que recuece mis nervios en flor... y en este punto sin más sólo queda que?
me pregunto...
escribir, seguir escuchando música, desde mi altar, hacer lo que se tenga que hacer....
esperar de nuevo...
una nota que denota un poco de rima...
de algo que sea sustancial... más allá de las palabras de nube...
blanca bañada en líquido nauseabundo de los desprecios de ayer...
de ver como la sal se cae de los dedos...
esta época quizás es de mala suerte, en esta punta del iceberg...
no veo más que rasguños sin sangre...
te empecinas en algo que no tiene don...
lo puedes crear dicen...
este es el estado idóneo de las cosas...
el de proyectar...
se la quedará la que más la quiera...
la que eleve la bandera hasta lo más alto, en esta lucha en la que he caído tras la tormenta, sin beberlo ni comer... más de lo necesario...
iré en busca de papel blanco...
de rotuladores negros...
de encuentros...
y está tan cerca que rebienta la ingravidez del insulto a la naturaleza del cuerpo...
los cigarros desaparecen...
no se puede ser feliz en este mundo...
no como se sueña?
y qué tan difícil es dejarse llevar?
surcando desfiles de sutilezas y encantos para revolver el día...
y crearlo de nuevo... puede estallar en las manos...
y brindar a la oscuridad...
que puede ser salvaje, insultantemente....
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