Andaba yo encerrada en nada, cautiva de mi dolor demente, que desmiente y desconsidera la posibilidad de encontrar algún día la felicidad.
Todo vuelve si lo mereces y si no lo mereces.
Escribir por ser lo que quede en éste mundo, condenda a entrelazar sentimientos con palabras anestésicas que deliberen mi acometido desertificante en mi de la emoción, pura y dura, desconfiada y analgésica.
Seguridad inaudita, que te permita no arrepentirte de nada, cuando ya te arrepientes de todo.
Si no te quieres a tí misma, si no crees en tí misma, si no escuchas, si no lo intentas.
Si sólo piensas en ti, qué menos. Qué más. Que vulgar.
Verter en mi caminar la doléncia sin clemencia de cada segundo que deletrea tu olor en mi consciencia, perspectiva paralela, dormida en mi paciencia, que se rompe y rearma sin control.
Verte venir, verte partir, verte.
Escuchar que todo tiene sentido, que todo lo tiene que tener, que no hay dos sin tres.
¿Qué hice en aquel momento que logré que me miraras sin desprecio?
¿Qué hice que te engañó en tu ruta de vida sin abismos?
Volver, venderse al mejor postor.
Si no sabes qué hacer, lo mejor es hacer lo que te diga la primera persona que te encuentres en tu vida.
Convencer y padecer.
Siendo lastre, siendo cometa que vuela y se pierde entre la tormenta, se zampa los rayos y truenos, y centellas que desprendes en tu ira sodomizada.
Piérdete y encuentrame.
No hay nada ni menos que comenzar a volver a acabar lo que tu dijiste que era lo que yo te dije.
Líos sin más, complicarse la vida, cuando menos lo necesitas.
Tanta necesidad tendrás de recorrer el mundo de cuerpos, de revolotear por las pieles ajenas y durmientes que te envenenarán.
Tal pasión, no la encontrarás, tal sentimiento, no sentirás, como éste, o como aquel, nunca jamás.
Porqué ya no eres la misma de ayer, ni yo soy lo que fui, soy lo mismo, que rueda sin detenerse, sin caer del todo.
Sentir que quieres lo que no quieres.
Lo entiendo todo, no entiendo nada.
Sólo entiendo que sientes, que siento, que nos falta algo, nos desborda algo en nuestras mútuas auséncias.
Don't worry be happy!
1297jud
Todo vuelve si lo mereces y si no lo mereces.
Escribir por ser lo que quede en éste mundo, condenda a entrelazar sentimientos con palabras anestésicas que deliberen mi acometido desertificante en mi de la emoción, pura y dura, desconfiada y analgésica.
Seguridad inaudita, que te permita no arrepentirte de nada, cuando ya te arrepientes de todo.
Si no te quieres a tí misma, si no crees en tí misma, si no escuchas, si no lo intentas.
Si sólo piensas en ti, qué menos. Qué más. Que vulgar.
Verter en mi caminar la doléncia sin clemencia de cada segundo que deletrea tu olor en mi consciencia, perspectiva paralela, dormida en mi paciencia, que se rompe y rearma sin control.
Verte venir, verte partir, verte.
Escuchar que todo tiene sentido, que todo lo tiene que tener, que no hay dos sin tres.
¿Qué hice en aquel momento que logré que me miraras sin desprecio?
¿Qué hice que te engañó en tu ruta de vida sin abismos?
Volver, venderse al mejor postor.
Si no sabes qué hacer, lo mejor es hacer lo que te diga la primera persona que te encuentres en tu vida.
Convencer y padecer.
Siendo lastre, siendo cometa que vuela y se pierde entre la tormenta, se zampa los rayos y truenos, y centellas que desprendes en tu ira sodomizada.
Piérdete y encuentrame.
No hay nada ni menos que comenzar a volver a acabar lo que tu dijiste que era lo que yo te dije.
Líos sin más, complicarse la vida, cuando menos lo necesitas.
Tanta necesidad tendrás de recorrer el mundo de cuerpos, de revolotear por las pieles ajenas y durmientes que te envenenarán.
Tal pasión, no la encontrarás, tal sentimiento, no sentirás, como éste, o como aquel, nunca jamás.
Porqué ya no eres la misma de ayer, ni yo soy lo que fui, soy lo mismo, que rueda sin detenerse, sin caer del todo.
Sentir que quieres lo que no quieres.
Lo entiendo todo, no entiendo nada.
Sólo entiendo que sientes, que siento, que nos falta algo, nos desborda algo en nuestras mútuas auséncias.
Don't worry be happy!
1297jud
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